viernes, 25 de enero de 2008

COMO LOGRAR UN BUEN ORGASMO EN EL HOMBRE

El hombre es capaz de sentir dos tipos de orgasmos. Uno es el típico. Ese que llega de golpe después de llevar unos minutos metido en faena, y que lo deja listo para dormir con una sonrisa. El otro es el orgasmo total cuya sensación de placer se expande por todo el organismo. Va surgiendo poco a poco, sin prisa pero sin pausa, y, cuando finalmente estalla, origina una ola de sensaciones que avanzan desde su entrepierna hacia el resto de su cuerpo por todas las células de su piel.

El secreto para que pueda disfrutar y vivir este orgasmo es aumentar la estimulación gradualmente, de esta forma se mantiene la tensión muscular en la zona sexual al mismo tiempo que su deseo sigue creciendo. Al final llegará a un punto de no retorno y toda esa tensión que ha ido acumulando, mental y física, estallará.

Hay unas maniobras para poder estimularlo, pero despacio, muy despacio...

1- Despierta su deseo

Los hombres se excitan mucho por la vista, así que hay que despertar su erotismo con algún gesto o pose sugerente que no sea demasiado directa ni evidente. Tu primer movimiento lo pondrá de cero a cien en un segundo y le avisará de lo que va a venir a continuación, pero sin crear tanta tensión sexual como si ya estuvieran en plena acción. Digamos que se trata, simple y llanamente, de calentar motores.

2-Tocalo en dos zonas

Ahora que ya tienes toda su atencion, llega el segundo paso: acariciarlo en dos zonas erógenas al mismo tiempo, mientras le estimulas manualmente el pene, por ejemplo, atrapa su lengua con tus labios y chúpala como si fuera un chupetin. Es evidente que tus manos sobre su miembro le resultarán muy excitantes, pero si a la par siente su lengua envuelta en tus labios tendrá la sensación de que lo próximo que va a pasar empieza por la letra F y acaba por N (¡felación!). Traducción: lo que está por llegar será aún mejor de lo que está viviendo.


3-Sorpréndelo manualmente

Cuando sientas que su respiración y su ritmo cardíaco se aceleran y los músculos de la zona pélvica se contraen, coloca el pulgar en el glande y el resto de la mano en la base del miembro como si estuvieras agarrando un joystick. Aprieta delicadamente durante un par de segundos, suelta y, diez segundos más tarde, vuelve a repetir la acción.
¿Por qué esto le resulta tan excitante? Cuando un hombre está a punto de llegar al clímax, la sangre se acumula en la zona pélvica, sobre todo en el pene, y la tension sexual de su cuerpo está en el punto culminante. Un pequeño apretón como éste consigue retener el flujo sanguíneo durante un instante y, de esta forma, se frena brevemente el orgasmo y la tensión en la zona sigue creciendo.

4- Cambia de postura

Según indican algunos estudios científicos, la variedad en los movimientos y las caricias aumenta la actividad en las zonas del cerebro relacionadas con la excitación sexual. Es decir, que estimularlo y cuando esté a punto de estallar de placer, hacerle algo totalmente diferente, provocará que cada vez esté más ardiente, física y mentalmente.
Por ejemplo si le hacemos sexo oral, y notamos que el no da mas, paremos y vamos a otra cosa.
Una pausa momentánea hará que se aleje del orgasmo instantáneo y la excitación siga aumentando.

5- El tirón erótico

A estas alturas el ya no puede más y sólo piensa en el alivio final. Sin embargo, aún tiene que pasar la penúltima “tortura”. Ponte encima de él y, cuando te penetre, contrae los musculos vaginales y presiona con ellos la punta de su miembro. Sentirá una especie de suave masaje en la zona que le pondrá a mil por hora. Después, antes de que llegue al orgasmo, retírate lentamente para que sienta la fricción de tu sexo sobre el pene, acaríciale los testículos y, con mucha delicadeza, agarralos y da un pequeño tirón hacia abajo. (Si es muy sensible al tacto, también puedes sujetarlos con un pañuelo de seda.) Los expertos aseguran que esta maniobra tiene un efecto catapulta: es el pistoletazo de salida para un orgasmo 10.
La zona del perineo se contrae provocando una eyaculación más intensa, lo que hace que la onda de placer que recorra todo el cuerpo sea más profunda.

6-No pares todavía

Una vez que al a acabado, puedes prolongar su orgasmo un poco más, lamiendole lentamente el glande o acaríciaselo de forma muy delicada. Puede ser que esté tan sensible que no sienta de forma consciente que realmente le estás tocando ahí pero, sin duda, el roce de tu piel contra su cuerpo hará que su orgasmo se amplifique y sea más grandioso que cualquier otro que haya experimentado en su vida.